jueves, 14 de agosto de 2008

DESESPERADAMENTE BUSCANDO A DALÍ


(El siguiente articulo fue escrito en el 2004, con motivo del centenario del nacimiento del pintor catalán)

Si tu reencarnas en cosa
hazlo en lápiz o en pincel
Y Gala de piel sedosa
que lo haga en lienzo o en papel
si te reencarnas en carne
vuelve a reencarnarte en ti
que andamos justos de genios
queremos que estés aquí
"Eungenio" Salvador Dalí

- Mecano

Confieso que me siento un poco deprimido. La semana pasada, navegando por el disoluto firmamento de opciones en televisión por cable, llegué hasta MTV, otrora baluarte de la generación X, ahora perteneciente a la generación de los “Jackass” (de esta palabra en ingles me valgo para describir tanto a la naturaleza burda del programa más redituable del canal como a la audiencia que lo sigue). Dentro de la programación en turno, se anunciaba con bombo y platillo un nuevo día en la vida de Ozzy Osbourne. El príncipe de la pin%#@ oscuridad vomitaba una sarta de balbuceos inspirados por las pocas neuronas que décadas de drogadicción habían demostrado ser insuficientes para exterminar por completo. Fue entonces cuando emití en voz alta una pregunta triste y acertada: “¿Dónde está Salvador Dalí?”.

Así es; extraño a ese viejo charlatán surrealista nacido hace más de cien años en la región catalana de Figueres. El padre de los relojes blandos. El gran masturbador. El mismo al que Federico García Lorca le dedicó una de sus odas. El mismo que dejó una mano carcomida por hormigas como legado a la historia del cine. El mismo que afirmaba haber escupido al retrato de su madre por pura diversión. El mismo que se casó con Gala, la rusa con ojos de piedra.

Con todo el respeto que soy capaz de guardarle a los fans del señor Osbourne, Dalí debía de haber estado ocupando aquel espacio, bombardeándome con las impredecibles maravillas albergadas en su vida diaria. Probablemente, con el estilo peculiar que siempre lo caracterizó cuando de hablar sobre sí mismo se trataba, hubiera podido ser testigo del proceso detallado para adornar sus bigotes con estiércol de mosca. Lo habría pillado en plena acción creativa dentro de su casa en Port Lligat, colgado de cabeza para que la sangre bajase hasta su cerebro. Hubiera podido contemplar como el pintor entraba en un trance de exaltación cuasi-falica al tener contacto con un cuerno de rinoceronte. Habría acompañado a los Dalí en su peregrinar hacía París y Nueva York, dispuesto a vivir con ellos toda clase de aventuras disparatadas. Alimentando la imaginación de los reporteros norteamericanos, cenando con Harpo Marx o destrozando un escaparate en la quinta avenida, lo habría seguido hasta el fin del mundo.

El problema es que Dalí esta muerto. A pesar de haber expresado su deseo de permanecer congelado junto a Walt Disney, descansa bajo tierra mientras redacto estas líneas. A estas alturas, cualquier idiota puede dar pie a un escándalo para llamar la atención. ¿Quién no busca fama y fortuna automáticas? ¿Quién no quiere ser avida dollars? Con Dalí era diferente. Más que ser un presumido, presumía de ser un presumido. Independientemente de que se creyese o no en su papel de excéntrico genial, nada de lo que decía y hacía era para ser tomado demasiado en serio. Sin embargo, el placer de verlo dar al publico lo que creía que se esperaba de él no tenía ningún limite. Era como si supieses por intuición que te estaban dando gato por liebre, y al mismo tiempo, no pudieses evitar exclamar: “¡Que bonito se ve este gato!” El carisma que Dalí exudaba como animador compensaba la evidente bajeza de calidad en las pinturas comerciales de sus últimos años. Nunca habrá otro igual a él, sencillamente por haber sido el primero en hacer del egocentrismo un instrumento para la grandeza.

Aún no termino de asimilar la magnitud de la tragedia que le espera a este nuevo milenio. ¡Un mundo sin Dalí! Es cierto, se ha ido. Sin embargo, mi mente no lo acepta. Puedo verlo como invitado especial en un video de Marilyn Manson. Lo veo como anfitrión de Saturday Night Live. Entrevistado por López Doriga. ¿Dónde esta Dalí? Esta aquí, con los que lo conocen y lo aman.



2 comentarios:

-javier- dijo...

Gracias. Sigue escribiendo :)

Javier Alcalá

Gala dijo...

Gracias por los comentarios, y por el link.

Tengo tanto por actualizar, por leer, por acomodar, llevar y traer, pero prometo darme a la tarea de leer tu blog. Leí esta entrada, como es obvio la que llamó mi atención después de una vista rápida a la primer página que desplegó el navegador cuando introduje tu dirección.

¿Dónde está Dalí?
Qué pregunta tan triste, a veces pienso que no es posible que a tan pocos años de su muerte ya se le extrañe tanto. Es algo que no puedo imaginar. Sólo espero que en un milenio más siga en la memoria de muchos seres humanos, él y todo lo que representa: Salvador Dalí.

Estaré leyendo y comentando, es algo que no puedo dejar de hacer, si no he comentado es porque no he leído. –Ja-

De nuevo gracias por la visita.

Saludos hasta Jalisco, tierras hermosas y ahora un tanto lejanas a mi vida diaria; no a mi memoria.