viernes, 14 de noviembre de 2008

EL DESAFIO DE REYGADAS


BATALLA EN EL CIELO (2005)

Escrita y Dirigida por Carlos Reygadas.
Producida por Philippe Bober, Susanne Marian, Carlos Reygadas y Jaime Romandia.
Protagonistas: Marcos Hernández, Amapola Mushkadiz, Bertha Ruiz, David Bornstien y Rosalinda Ramírez.

Había muy poca gente en la sala, además de un servidor. La mayoría eran parejas, de las cuales una ya había tenido suficiente y decidió marcharse. Caminando por el pasillo de la salida, escuché claramente a un hombre decirle a su mujer: “no vuelvo a ver una película mexicana en toda mi vida”. Una vez afuera, me acerqué al póster para encontrarme con la siguiente frase promocional: “La película más provocadora del cine mexicano”. Comprendí a la perfección todo esto después de haber ido a ver “Batalla en el Cielo”. Puedo asegurarles que aquel caballero no será el primero ni el último en expresar abiertamente su desagrado ante una propuesta cinematográfica como esta.
Importándole un reverendo cacahuate los ingredientes básicos de todos los éxitos de taquilla nacionales en los últimos diez años, Carlos Reygadas se perfila como un cineasta osado cuya meta no es caerle bien a su público sino mostrar las cosas de la manera precisa en que las ve y las siente. Olvídense de los amores perros de Alejandro Gonzáles Iñarritu, las ciudades oscuras de Fernando Sariñana o las tres noches de educación sexo-sentimental por cortesía de Alejandro Gamboa. Aquí no están las caritas dulces de Diego Luna o de Gael García para amparar al espectador ante la confrontación estética que le espera. La historia de un chofer involucrado junto con su esposa en un intento de secuestro fallido y atraído en secreto por la hija de su patrón proporciona al director la excusa ideal para hacer una lista contemplativa de muchos de los lugares comunes en la idiosincrasia nacional, como podrían serlo la procesión hacía la basílica de Guadalupe para alcanzar una consciencia limpia, el desempeño del comercio informal y la pasión desmedida por el fútbol soccer, entre otros.
Confiriéndole a estas imágenes de la vida diaria en el distrito federal un abrumador poder naturalista, envolvente y hasta cierto punto lírico, Reygadas parece querer encontrar lo extraordinario dentro de lo ordinario; es decir, hacer consciente al espectador de una magia y misterio ocultos detrás de cada acto cotidiano y del que rara vez uno se percata al momento en que lo realiza. Sabemos que atravesamos por el tráfico en el camino al trabajo, sin nunca estar realmente conscientes de que, efectivamente, pasamos a través de él. Nos sabemos poseedores de un espacio para nuestra vida sexual, más ¿cuando somos capaces de admitir lo primario que esta resulta ser?
Sobre todo por este último ejemplo, desprovisto del habitual preciosismo hollywoodense, veo difícil que esta cinta pueda ganarse el entusiasmo de la audiencia. No por tratarse de un trabajo deplorable, sino por ser un banquete visual (para algunos será más bien una orgía) demasiado grande como para que alguien se lo acabe. Lars Von Trier dijo una vez que una buena película debería de ser como una piedrita en el zapato. Siguiendo esta lógica, “Batalla en el Cielo” sería una montaña. ¿Obra de arte, como el jurado del pasado festival de Cannes quiso hacernos suponer o un simple y deliberado despliegue de exceso y pretensión? Veanla y tengan la última palabra.

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