
Dirigida por D.J. Caruso.
Escrita por Dan Gilroy.
Producida por Jay Cohen, Wayne Morris y James G. Robinson.
Protagonistas: Al Pacino, Matthew McConaughey, Rene Russo, Jeremy Piven, Armand Assante, Jaime King y Kevin Chapman.
En 1999, Al Pacino contribuyó con su experiencia histriónica a la visión que Oliver Stone tenía sobre la pureza del deporte norteamericano supeditada a los intereses mundanos del capitalismo en la cinta Un Domingo Cualquiera (Any Given Sunday). En ella, Pacino pusó su cuerpo y alma en el personaje de Tony D´amato, un entrenador de fútbol que luchaba por transmitirles los valores del honor deportivo a jóvenes atletas interesados en anotar touch downs únicamente para ganar dinero. Era un idealista que defendía a capa y espada la noción de que el fútbol es una tradición antes que un negocio. Casi diez años después, Pacino regresa con un personaje al otro lado de la trinchera. Si el cine fuera un universo propio donde los personajes de cada película se vieran intríncadamente vinculados en una gran rama genealógica, Walter Abrahams, encarnado ahora por el veterano actor en Dos Por El Dinero, vendría a ser algo así como el primo o hermano descarriado de Tony D´amato. Carismático, maquiavélico y codicioso a más no poder, Abrahams es el director de una agencia de pronósticos deportivos en la que se ve introducido el joven Brandon “John Anthony” Lang (Matthew McConaughey), atleta frustrado que hará cualquier cosa por borrar las manchas del fracaso en su pasado y disfrutar de la riqueza acelerada e indiscriminada que Abrahams reparte con actitud patriarcal entre aquellos empleados suyos que estén dispuestos a lo que sea por ella.


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