domingo, 30 de noviembre de 2008

UNA LINDA FAMILIA DISFUNCIONAL



HISTORIAS DE FAMILIA (THE SQUID AND THE WHALE, 2005)

Escrita y dirigida por Noah Baumbach.
Producida por Wes Anderson, Charlie Corwin, Clara Markowicz y Peter Newman.
Protagonistas: Jeff Daniels, Laura Linney, Jesse Eisenberg, Owen Kline, Anna Paquin y William Baldwin.

Brooklyn, 1986. Bernard Berkman (Jeff Daniels) es un novelista en plena decadencia que se separa de su esposa Joan (Laura Linney) a raíz de la determinación de ella por probar suerte como escritora. La custodia compartida entre ambos se convierte en el catalizador para que sus hijos inicien una dolorosa transición que acabará por tragar a la familia entera, obligándola a redefinirse a si misma.

Les tengo tres noticias: una buena, una mala y una reconfortante. La buena es que Historias de Familia es una excelente película que no tienen por que perderse. La mala es que existe una gran posibilidad de que esta sea su última semana en la cartelera de nuestra ciudad. La reconfortante es que desde hace poco más de un mes ya se encuentra disponible en DVD en varias tiendas departamentales y algunos video-clubs. Nos encontramos frente a otras de esas joyas cuyas características que no encajan en el molde del cine convencional han propiciado que su fecha de estreno original fuese postergada para relegarla de manera injusta a una sola sala con exhibición limitada. De ahí que su estreno comercial y su lanzamiento en formato casero hayan sido prácticamente simultáneos.

En la fascinante crónica de la desintegración de una familia, el realizador Noah Baumbach personaliza el humor seco, corrosivo y profundo que desarrolló en colaboración con Wes Anderson para el guion de La Vida Acuática con Steve Zissou (The Life Aquatic with Steve Zissou, 2004). Baumbach conjura a los demonios intelectuales de su propia infancia a través de una cámara en mano que, a la manera de un sórdido video casero, nos revela sin pudor los esqueletos encerrados en el closet del núcleo familiar. Los personajes por si mismos son una delicia en su construcción. La separación de los padres marca la pauta para otra de carácter simbólico entre los dos hijos. Mientras que el mayor permanece fiel a su padre y saca de su influencia la soberbia suficiente como para engañar a su novia y plagiar una canción de Pink Floyd en un concurso de su escuela, el menor procura estar a lado de la madre sin saber como lidiar con una pubertad en ebullición que lo amenaza a nivel psicológico y emocional. La gran virtud de Baumbach como narrador es que no juzga ni condena a ninguna de sus criaturas. A todas les brinda sus debidas dosis de malicia y ternura, sabiendo equilibrar ambos polos con un sentido del ritmo casi perfecto. Ni que decir de las magistrales actuaciones encabezadas por Daniels y Linney, mismas que ilustran de manera eficaz la actitud de unos individuos que, si existiera un instructivo para crear a la familia ideal, quizás nunca se les ocurriría leerlo.

Les sugiero que hagan un esfuerzo por ir a ver Historias de Familia en el poco tiempo que le queda. Puede que entonces tengan una idea de la tragedia que significa el que los distribuidores mexicanos le tengan tanto miedo al buen cine, al grado de querer tratarlo como si fuera material radiactivo.

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