viernes, 12 de diciembre de 2008

NEGOCIOS MORTALES

HOMBRE PELIGROSO (LORD OF WAR, 2005)
Escrita y dirigida por Andrew Niccol.
Producida por Nicolas Cage, Norman Golightly, Andreas Grosch, Andrew Niccol, Chris Roberts, Teri-Lin Robertson y Philippe Rousselet.
Protagonistas: Nicolas Cage, Jared Leto, Bridget Moynahan, Ian Holm, Ethan Hawke, Jean Pierre Nshanian, Eamonn Walker y Donald Sutherland.

Sin duda alguna, las posturas políticamente desafiantes predominan en muchas de las propuestas cinematográficas de este año. De las cinco películas nominadas al Oscar, al menos tres de ellas tocan una fibra muy sensible en cuanto a temáticas que incluyen la homosexualidad, la lucha contra el terrorismo y la intolerancia racial. Sin la menor intención de quedarse corta en esta linea, Hombre Peligroso ilustra de manera aguda y gráfica el apoyo armamentista del que varios países devastados por la guerra se han visto y se ven suministrados debajo del agua gracias al gobierno de los Estados Unidos. Para exponer dramáticamente tal argumento, se vale de la narración en primera persona de su protagonista, Yuri Orlov, un ruso emigrado a Estados Unidos durante los años ochenta e interpreado por Nicolas Cage, quien luego de presenciar un asesinato perpetrado por la mafia, descubre su verdadera vocación en la venta de armas de fuego. Sólo que como todo emigrante deslumbrado por el sueño americano, Yuri cae rápidamente en la cuenta de que tener lo suficiente nunca es suficiente. Apuesta siempre por lo más alto. Y es por eso que, de la noche a la mañana, deja de vender pistolas de puerta en puerta para convertirse en el principal proveedor armamentista ilegal de Africa y la antigua Unión Soviética, entre otras naciones. Sus millonarios contratos con lideres y dictadores (le importa poco si le vende a la democracia o al fascismo con tal de que le paguen) procuran que pueda disfrutar de una limosina, un lujoso apartamento en Nueva York y una modelo por esposa, así como otras comodidades.

A partir de aquí, se sobre entiende un poco que Yuri acabará pagando el precio por su estilo de vida y las consecuencias indirectas de sus negocios sucios. Bajo esta óptica, se podría acusar a Hombre Peligroso de caer en la predecibilidad de todo filme que se jacta de mostrar los caminos torcidos del american way of life, como Wall Street (1987, Dir. Oliver Stone) y Cara Cortada (Scarface, 1983, Dir. Brian De Palma). Junto a esto, añadiría a la lista de posibles fallas el carácter panfletario al que tienden algunos diálogos, sin pudor en desplegar su discurso a favor del desarme como si de un mitin pacifista se tratara. Tampoco ayuda que el personaje protagónico se vea y se sienta tan unidimensional, frío e inescrupuloso; carente de alguna cualidad que lo redima o que por lo menos le permita establecer un mínimo grado de empatía con el público. Pese a que Cage no desilusiona en su interpretación, ni él ni Jared Leto se ven lo bastante convincentes como emigrantes rusos, mucho menos como hermanos. Haciendo a un lado todos estos puntos débiles, Hombre Peligroso logra salirse con la suya en cuanto a su propósito de estimular una reflexión profunda alrededor de la idea de vivir en un mundo donde es cada vez más fácil conseguir un arma y cada vez más difícil prescindir de ella. Además, cuenta con varios momentos salpicados de una ironía y humor negro bastante exquisitos. Mientras que como ficción se limita un poco a sí misma, de seguro será recordada como una provocativa e interesante visión sobre una industria en la que el dinero y la muerte florecen tan unidos como dos amantes.

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