lunes, 5 de enero de 2009

LOS TERRORISTAS TAMBIEN LLORAN

MUNICH (2005)
Dirigida por Steven Spielberg.
Escrita por Tony Kushner y Eric Roth, con base en el libro Venganza de George Jonas.
Producida por Steven Spielberg, Kathleen Kennedy, Barry Mendel y Colin Wilson.
Protagonistas: Eric Bana, Daniel Craig, Ciarán Hinds, Mathieu Kassovitz, Ayelet Zorer, Geoffrey Rush, Gila Almagor y Michael Lonsdale.

Cuando no se encuentra en su pleno poder imaginativo para la ciencia ficción, Steven Spielberg gusta de impactarnos y conmovernos con historias verídicas más emocionantes que cualquier fantasía. Filmes como La Lista de Schindler y Rescatando al Soldado Ryan si bien tienen la costumbre de ser favorecidos tanto por la crítica como por la audiencia, corren el riesgo de transgredir la intermitente línea entre la sensibilidad y la cursileria. El caso de Munich resulta un poco más complicado, en tanto que a todo lo ya mencionado habría que añadir las considerables dosis de controversia que ha generado desde antes de su estreno. Y la verdad es que no era para menos, ya que en estos tiempos donde la paz en el Oriente Medio pende de un hilo, hacer una película alrededor del asesinato de atletas israelíes por parte de terroristas palestinos en las Olimpiadas de 1972 constituye una táctica que cualquiera sería propenso a catalogar como oportunista. Sin embargo, nada de esto ha sido un impedimento para que Spielberg armara una pieza entretenida que, lejos de ser una obra maestra, ningún cinéfilo tiene por que perderse.


Considerando sus antecedentes étnicos (de origen judío, sus abuelos murieron en un campo de concentración nazi), es encomiable que se haya abstenido de manifestar favoritismo dramático por uno u otro bando. El israelí que dispara al árabe se revela tan despiadado e intolerante como en su momento lo fue su propia victima. En mi opinión, la cobertura de los dramáticos acontecimientos en los Juegos Olímpicos es tan sólo una excusa ingeniosa de la que el filme se vale para ir desplegando poco a poco una idea mucho más trascendente: sin importar de que lado del conflicto uno se encuentre, la muerte únicamente trae más muerte. Citando a uno de los personajes: “Toda la sangre que derramamos regresa a nosotros”. Es así como los cinco agentes de inteligencia Israelí y los once árabes a los que buscan y eliminan pasan a constituir un trágico microcosmos de las colisiones políticas y militares entre las dos culturas. Como thriller de espionaje, la historia cae en la trampa de algunos convencionalismos, haciéndose predecible hasta cierto punto. Como drama histórico, hace entrega de su filosofía a través de diálogos y escenas demasiado evidentes, perdiendo una buena parte de la fuerza que hubiera podido tener bajo un estilo más sutil. Por lo mismo, muchas de esas escenas pecan de un dramatismo excesivo. Por otro lado, la cámara de Janusz Kaminsky, fotógrafo de cabecera de Spielberg, se muestra más ágil y lucida que nunca, haciendo que el espectador no pueda ni quiera perderse un solo cuadro de la acción que se desarrolla ante él. Junto con esto, Eric Bana, Geoffrey Rush y Daniel Craig hablan por sí solos en sus respectivas y formidables actuaciones. Aunque con ciertas fallas, Munich se perfila como una opción más que recomendable, llena de reflexiones profundas sobre la guerra contra el terrorismo y un ritmo que cumple su cometido aceptable de mantener el suspenso.

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