martes, 24 de febrero de 2009

"LOS PERFILES DE ESCOFFIE" PRESENTA: ANDY KAUFMAN (1949 - 1984)

“Morir es fácil, la comedia es dura", dice un conocido refrán ingles. Nada puede ser una fuente de tanta ansiedad como el incierto arte de hacer reír. De ahí que muchos de sus representantes más destacados hayan terminado consumidos trágicamente por las exigencias de su profesión. Sobre esta y muchas otras cosas reflexiono al dedicar este espacio a Andy Kaufman, estrella televisiva norteamericana cuya vida, de haber sido realmente sesgada por la guadaña de la huesuda como su acta de defunción y el testimonio de sus amigos mas cercanos nos permiten suponer, estuvo muy lejos de sufrir la clásica predisposición del payaso que ríe por fuera y llora por dentro.

Primero que nada, el buen Andy nunca se vio a si mismo como un comediante. De hecho, en más de una ocasión admitió ser incapaz de reconocer lo que era o no gracioso. Su único interés era poner a prueba la percepción y las reacciones de su público. Pionero vanguardista para unos, manipulador infantil para otros, Kaufman se convertía desde que entraba a escena en el equivalente a un chimpancé con pistola. Sus intervenciones en clubes nocturnos resultaban cada vez más impredecibles, al grado de que, si bien arrancaban carcajadas a pocos o a ningún espectador, daban muchísimo de que hablar. Podía empezar envuelto durante horas en un cobertor, luego fingir ser un inepto extranjero de nacionalidad indefinida diciendo chistes sin gracia ni sentido para luego pasar el resto de la velada leyendo frente al micrófono la novela entera de El Gran Gatsby de F. Scott Fitzgerald.

Su debut en la pantalla chica no podía ser menos bizarro: un tributo en playback al tema musical de El Show del Súper Ratón como artista invitado a la primera transmisión de "Saturday Night Live" en 1975. Sin embargo, Kaufman encontró su verdadera plataforma al estrellato cuando la cadena ABC le pidió audicionar para una serie cómica llamada Taxi, cuyo reparto incluía a futuros talentos como Danny DeVito y Christopher Lloyd, a quien debemos recordar como el científico loco con peinado a la Einstein en la trilogía de Volver Al Futuro. Emocionado al principio y horrorizado más tarde, Andy fue obligado a transformar a su personaje de extranjero torpe en Latka Gravas, un chiflado mecánico que se ganó el cariño de los televidentes a la vez que lo hacía sentir miserable a nivel profesional.

Como respuesta al hecho de que los ejecutivos de la serie se negaran a transmitir un programa especial que le habían prometido con absoluta libertad creativa, los convenció de invitar a participar en un episodio a Tony Clifton, cantante al que Andy afirmaba haber conocido en Las Vegas, y que a los cinco minutos de poner un pie en el set se convirtió en la peor pesadilla del equipo de producción. Hibrido insoportable de Salvador Dalí y el Pato Donald, Clifton era rudo, prepotente, malhablado y tenía la escandalosa costumbre de traer prostitutas a los ensayos. No fue sino hasta que lograron sacarlo a patadas cuando se descubrió que Clifton y Andy eran en realidad la misma persona, cosa que ambos negarían por siempre. Entre otras bromas pesadas vale la pena mencionar sus apariciones en el programa de David Letterman, su espectáculo navideño en el Carnegie Hall y su flirteo con la lucha libre unisex, travesura que ocasionó que lo expulsaran de su grupo de meditación trascendental, practica que había seguido con gran devoción desde su adolescencia.
A principios de los años ochentas recibió la noticia de que tenía cáncer de pulmón; diagnostico ridículo si se considera que no fumaba. En su funeral, todos los presentes esperaban verlo salir en cualquier momento de su ataúd, convencidos de que se trataba de la última y más enfermiza de sus bufonadas. A pesar de que aquellos que nunca han oído hablar de él tendrán que remitirse a la película El Lunático (Man On The Moon, 1999, Dir. Milos Forman), en la cual es encarnado por Jim Carrey, su legado puede observarse en el estilo de comedia terrorista cosechado por interpretes modernos como Tom Green y Jaimie Kennedy. Para dejarlos con una probadita de lo que Kaufman era capaz de hacer, les presento a continuación las dos partes de una de sus apariciones mas recordadas en el programa "Late Night with David Letterman". Disfrútenlas.